Magritte, el Arte y la Representación de la Realidad

Magritte y representacion de la realidad

En nuestro taller «Entender el Arte» os proponemos una forma diferente de acercarnos a la pintura.

 Este mes, el pintor belga René Magritte, conocido por sus cuadros surrealistas, nos guiará durante una inmersión en el concepto de «La realidad» de la mano del Arte de la pintura, de la psicología y de la filosofía.

 ¿Qué es real? Éste es quizás el interrogante fundamental al que Magritte nos confronta: la naturaleza de la realidad misma.

 Al mismo tiempo, esta cuestión conlleva otras muy cercanas: ¿qué es el Arte?, ¿cuál es su misión? ¿Cuál es la relación de las obras de arte con la realidad? Por ejemplo, ¿debe la imagen de un cuadro parecerse lo más posible a los objetos de la “realidad exterior”? ¿O acaso constituyen una «realidad» en sí mismas?

 Solemos interpretar las imágenes artísticas con relación a las apariencias de la realidad ordinaria en que creemos vivir. Y no sólo lo artístico, estamos acostumbrados a extraer una interpretación de todo lo que perciben nuestros sentidos sin darnos cuenta de que esa interpretación viene siempre filtrada por una descripción previa servida por el modelo social en que vivimos. Sin embargo, cuando alguna vez contemplamos algo que no se ajusta a los parámetros de la descripción social de la realidad, entramos en un apasionante territorio en el que el hecho perceptivo mismo se convierte en el objeto de contemplación y asombro.

 Hazte esta pregunta ‘clave’: ¿eres capaz de contemplar un determinado objeto en sí mismo, sin asociarlo a la función que nos proporciona su descripción social? ¿Te sientes cómodo ante esa experiencia? ¿Te sientes cómodo ante objetos o hechos absurdos, incongruentes o inútiles?

 Y es que, constantemente, nuestra consciencia, adiestrada por el modelo, acostumbrada a funcionar en términos dominio y propiedad, se siente incómoda y se revela ante toda experiencia que escape al control de las leyes establecidas. Constantemente pretendemos vivir de manera independiente y libre sin darnos cuenta del alto nivel de gregarismo mental en que vivimos.

 

Tal vez el Arte, como nos muestra Magritte, pueda conducirnos más allá de las nociones simplistas, de ese realismo plano y monocorde que esclaviza nuestra psique y por tanto nuestra concepción de nosotros mismos y del mundoEl pensamiento artístico contiene el poder de desestructurar, durante unos instantes, la monotonía de nuestras experiencias cotidianas y mundanas entreabriendo así las puertas de la consciencia. La experiencia artística nos saca de nuestra zona de confort y nos concede la oportunidad de transformarnos en seres más amplios y complejos. Más humanos. Más felices.

¿Te atreves a acompañarnos en esta nueva aventura?

 Concluiremos este curso visitando juntos la exposición temporal La máquina Magritte, que se celebra estos días en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid.

 ¿Qué reflexiones sacas tú de todo esto? Como habrás visto en el cartel, hemos incluido en el título de este curso las palabras “La Mátrix”. ¿Podrías establecer una relación entre Magritte, el Arte y “La Matrix”? ¿Sabes a qué se llama La Mátrix?

 Cuéntanoslo en los comentarios, nos encantará leerte.

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3 Comentarios

  1. Concha Junco

    Si se consigue romper el cristal, espejo de nuestra vida, ¿podremos llegar al LUGAR?.

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  2. Miguel Ángel Salgado Pérez

    ¿Qué es real? Pregunta que le plantea Morfeo a Neo en la película Mátrix. Descartes decía: Pienso entonces existo.
    Yo no estoy tan seguro de eso si el acto de pensar es lo que el sistema define por pensar. De seguir la norma de esa definición, la que impone el sistema, posiblemente pensar según lo políticamente correcto sea lo más parecido a no existir. Así pues habría que negar a Descartes y decir que mientras piense entonces no existo.

    Espinoza decía: llamémosle existir a esto que nos ocurre, por ponerle un nombre. Pero,¿pensamos nosotros o somos pensados? Este planteamiento me parece más interesante y motivador. Porque, aceptando este planteamiento, la cosa nos invita a la siguiente reflexión, entre otras ¿Podemos elegir por quién ser pensados: por el sistema o por algo que no sea el sistema? De ser así ¿Qué o quién es eso que no es el sistema y que también nos puede pensar? Se me ocurre una respuesta: Yo. Por supuesto, esta respuesta, como toda respuesta honesta, no acaba ahí. Sino que ahí comienza la aventura que nos catapulta a mil preguntas más, igual que aquello que decía Neo al final de la película Mátrix: Yo no vengo a deciros cómo acaba esto, sino cómo empieza esto.

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  3. Paloma Luisa

    Pienso luego existo, no pienso luego Soy.

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